A pesar de la difícil situación económica en la que nos encontramos, aun podemos disfrutar de ciertos momentos de alegría en Brinzal. Seguimos liberando individuos recuperados, esta vez ha sido el turno de los curiosos chotacabras.

Cada año ingresan en nuestro centro varias de estas aves tan especiales que cazan insectos al vuelo abriendo su enorme boca en parques, jardines, bosques y montes de Europa. Vienen cada año desde el centro y sur de África buscando el buen tiempo y la mayor disponibilidad de alimento, para nidificar.

A España llegan dos especies, el chotacabras pardo (Caprimulgus ruficollis) y el chotacabras gris (Caprimulgus europaeus). El primero, algo más grande y con tonos pardos, el segundo como su nombre común indica, de tonos grisáceos. Ambos presentan una coloración críptica que les permite pasar desapercibidos durante el día, ya que son especies crepusculares que aprovechan la oscuridad para cazar.

A nuestro centro llegan todos los años varios de ambas especies. Son animales muy delicados que requieren cuidados especiales, deben ser alimentados manualmente dos veces al día y manejados con sumo cuidado puesto que pierden plumas con suma facilidad.

Ponen dos huevos, se trata de una especie nidífuga, por es común verla en los caminos, y aunque parezcan abandonados, no necesitan nuestra ayuda. En ocasiones aparecen atrapados en naves y sótanos de donde no consiguen salir y acaban golpeándose intentando encontrar la salida.

Este año estamos obteniendo muy buenos resultados con ellos y de momento han salido todos adelante. Esta semana hemos liberado cuatro chotacabras pardos y ya liberamos varios grises en los meses anteriores. Aun quedan algunos más que van por el buen camino para ser liberados sin problemas, lo que nos llena de alegría.