Las rapaces nocturnas siempre han estado rodeadas de supersticiones. A lo largo de la historia se han contado muchos mitos y leyendas de las aves rapaces nocturnas, relacionándolas con sucesos y/o cuestiones negativas, que han llegado hasta la actualidad y que, en muchas ocasiones, han puesto en riesgo su supervivencia.
Pero, ¿por qué surgen los mitos y leyendas de las aves rapaces nocturnas?
Probablemente uno de los motivos del surgimiento de estos mitos y leyendas alrededor de las rapaces se deba a su aspecto, sus hábitos nocturnos y a sus peculiares cantos.
El Búho Real (Bubo bubo) y la Lechuza Común (Tyto alba) son las dos especies de aves rapaces que más se han visto afectadas por estas historias. Ambas han tenido siempre diferentes interpretaciones dependiendo de la zona geográfica y de la cultura.
Mitología sobre el Búho Real (Bubo bubo)
La mitología sobre el búho suele ser dual, es decir, independientemente del origen de la leyenda del búho, se asocia con dos conceptos normalmente opuestos.
En algunas tribus nativas norteamericanas, se decía que el búho brindaba al ser humano protección y ayuda en la oscuridad. Mientras que, en otras, el búho era considerado mensajero de la muerte.
Por su parte, los Mayas consideraban a esta ave nocturna mensajera del inframundo y a su vez, simbolizaba la fertilidad.
Desde la antigüedad clásica ya existían mitos sobre el búho. Han sido asociados con el conocimiento y la cultura, debido a su penetrante mirada.
El búho en la mitología griega se le vinculaba con Tropos (siniestra deidad que cortaba el hilo del destino). Además, esta ave rapaz era considerada como símbolo de timidez, debido a su vuelo sigiloso y hábitos nocturnos.
Mitos sobre la Lechuza Común (Tyto Alba)
La Lechuza Común (Tyto Alba) ha tenido diversos significados a lo largo del tiempo y en distintas culturas.
En el antiguo Egipto la lechuza representaba la noche, el frío, la muerte y la videncia.
En la cultura preazteca del antiguo México, esta ave rapaz, era considerada una criatura demoníaca y un mal presagio, pese a que, estaba consagrada a Tláloc, el Dios de la Lluvia.
En el simbolismo cristiano, se les ha tomado como emisarias o agentes del diablo debido a sus hábitos nocturnos, mientras que en algunas representaciones pictóricas de ermitaños aparecía una lechuza como símbolo de soledad.
Esta ave nocturna también ha sido la causante de historias fantasmagóricas debido a su estridente canto.
El mochuelo en la mitología griega
El Mochuelo (Athene Noctua) es un ave muy importante en la mitología griega, puesto que aparece en la leyenda de la diosa Atenea, en la que aparece como su animal sagrado (aunque existe un debate abierto sobre si era un mochuelo o una lechuza realmente). Simboliza el brillo penetrante de la mirada de la diosa Atenea y su sabiduría y fue considerado símbolo de la ciudad de Atenas en monedas antiguas y modernas (los actuales euros griegos).
Aunque en algunos casos al mochuelo también se le consideró como un signo siniestro o fúnebre. En algunas tribus alemanas y escandinavas aparece en sus leyendas populares como un espíritu libre del bosque.
Las aves rapaces nocturnas son animales fascinantes y misteriosas que han sido objeto de mitos y leyendas durante siglos, pero con un mínimo conocimiento de estas aves nocturnas, podrás darte cuenta que nada tiene que ver con los significados y maleficios que se les atribuyen.
Afortunadamente, los mitos y leyendas se han ido desmontando y ya no se les ve como animales temibles o malignos, sino como especies sensibles con problemas de conservación graves, que requieren de nuestro respeto y concienciación.
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