Todo animal que ingresa en Brinzal recibe la máxima atención posible. En función de su estado pasará por diferentes fases en su recuperación.

Exploración inicial y primeros auxilios

Inicialmente las aves pasan por la enfermería donde son sometidas a un primer examen general el cual es muy sistemático para no dejarse ninguna parte del cuerpo sin explorar y no pasar alto ninguna posible patología.

Este examen se puede completar con pruebas hematológicas, bioquímicas, microbiológicas, radiográficas y un análisis coprológico para valorar si tienen parásitos internos. Después de la exploración ya podemos tener una idea de lo que le sucede, lo cual puede ser muy variado: fracturas, electrocuciones, grandes parasitemias etc.

Tras de este examen se aplican unos primeros auxilios, vitales para mantener con vida a nuestro especial paciente, para estabilizarlos. Suelen llegar en muy malas condiciones. Estos primeros auxilios suelen ser a base de una fluidoterapia adecuada. En muchas ocasiones se aplica también una analgesia para disminuir los dolores, y se suele comenzar con un tratamiento farmacológico adecuado.

Desde que el ave entra en la enfermería hasta que se le aplican los primeros auxilios no suele pasar más de media hora ya que son animales salvajes sin contacto con los hombres y demasiado manejo podría causarles un alto estrés y con ello la muerte.

Periodo de observación

Durante los primeros días y hasta que el ave esté con unas constantes vitales estables permanecerá en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos), unas pequeñas instalaciones acondicionadas para este periodo. Durante se estancia en ellas, el animal recibirá el tratamiento adecuado a las lesiones que presente. Son típicas las cirugías por fractura de algún hueso o las curas de heridas.

Rehabilitación

Una vez el animal está completamente recuperado de sus lesiones, ha de pasar por un proceso de rehabilitación. Hemos de pensar, por ejemplo, en el periodo de inactividad por el que ha pasado durante el tratamiento veterinario, o en la anquilosis que puede sufrir un miembro fracturado tras el periodo en el que ha permanecido inmovilizado. Necesita, por tanto, el animal volver a poder hacer todo aquello que hacía antes de ingresar: volar perfectamente, cazar, etc.
Para ello, será introducido en una instalación exterior de tamaño adecuado al suyo propio y a su capacidad inicial de vuelo. Estas instalaciones se denominan naves de vuelo, y son algo así como una pequeña porción de naturaleza en la que nosotros controlamos la dureza de las pruebas. Durante el proceso, el animal es continuamente evaluado. Antes de ser liberado, nuestro paciente debe reunir las condiciones necesarias para sobrevivir en la naturaleza.

Existen varios métodos a la hora de liberar a los ejemplares una vez rehabilitados:

Suelta directa

Es el método más y el más utilizado, ya sean jóvenes o adultos. Dependiendo de la especie puede soltarse al aire, en el interior de un hueco o caja, etc.

Las nocturnas, al contrario de lo que intuitivamente pudiera pensarse, han de soltarse durante el día. La razón es que durante el día permanecen más relajadas y por tanto soportarán mejor el efecto estresante del manejo, el transporte y de la suelta. Además, el ave permanecerá tranquila en el lugar en el que se suelte hasta que llegue la noche familiarizándose mientras tanto con el entorno de un modo paulatino, momento en que afrontará sus primeras inspecciones. Se debe tener cuidado con la sueltas al aire (por el peligro de agresiones por parte de rapaces diurnas o córvidos).

La ventaja de este método es el escaso trabajo que proporciona. El inconveniente es que el encuentro con el medio es brusco. Será por tanto crítica la forma física y la competencia en el hábito de caza. Generalmente no se consigue que el/los individuos permanezcan en el área de suelta.

Crianza campestre (Hacking)

Para la liberación de pollos, especialmente de aquellas especies con un período de emancipación largo y fuerte inversión parental, pueden ser necesarias técnicas más sofisticadas que la liberación directa. Entre ellas se encuentra el hacking, también llamado “crianza campestre”.

El objetivo de esta técnica es establecer una dependencia entre los individuos liberados y el lugar de suelta, al menos durante un período crítico. La realización de un hacking consiste en colocar los pollos en un habitáculo o nido artificial en el que crecerán. Puede ser una cabaña, un barril desfondado, una caja nido, recamara, etc… Debe cuidarse la orientación de la abertura para proteger el interior de las inclemencias del tiempo, del sol directo y de la lluvia.

Los pollos se introducen cuando aun no han completado su desarrollo pero son capaces de comer por sí mismos. Idealmente, los individuos podrán ver el exterior pero sin poder escaparse. El hacking puede aislarse con malla, red, etc.

Diariamente se abastece con suficiente comida, siempre con cuidado y sin asustarles, preferiblemente sin que nos vean. Cuando los pollos han crecido como para poder volar y cazar por sí mismos, se abre el hacking para que puedan salir.

Progresivamente irán intentando cazar. Si no han tenido éxito, siempre pueden volver al hacking en donde tienen asegurada la comida. La permanencia al lugar queda asegurada tanto por la estancia anterior como por la alimentación suministrada. Progresivamente irán comiendo menos del hacking (a medida que vayan cazando en el exterior) hasta que no vuelvan a él. El proceso de independencia es relativamente parecido al que ocurre en la naturaleza (de modo gradual y a medida que son capaces de valerse por sí mismos).

Debe tenerse cuidado con el lugar escogido para realizarlo por el peligro que puede suponer que lo encuentre alguien. El inconveniente que presenta esta modalidad es el gran costo de tiempo, material, etc. que requiere pero presenta la importante ventaja de que permite una adaptación progresiva de los individuos al medio. Existen variaciones de esta técnica:

Fijación de individuos adultos: Hacking normalmente realizado, exceptuando la edad de los individuos (pollos totalmente desarrollados o adultos). El éxito es menor que con los pollos no volanderos.

Hacking de parejas reproductoras: Consiste en fijar una pareja en un área determinada introduciéndola en una instalación hasta que se reproduzca. Una vez comenzada la cría se abre el hacking.

Hacking de parejas irrecuperables: Se trata de introducir una pareja de aves irrecuperables para que críen en una instalación de la cuál no pueden salir pero sí pueden salir los jóvenes volantones.

Adopción directa (Fostering)

Consiste en introducir pollos en nidos naturales de la misma especie. Ha de tenerse en cuenta la edad de desarrollo de los ya existentes (para que no haya grandes diferencias), la disponibilidad de recursos tróficos en la zona, etc…

Puede variarse la técnica introduciendo huevos en el nido e incluso liberando pollos desarrollados en grupos familiares que aun se encuentran en las proximidades del nido. Es importante un el control previo del nido (número, tamaño y estado de los pollos, cantidad de presas en el nido, abundancia de comida en la zona, etc, así como un seguimiento exhaustivo tras la introducción del pollo.

Para estudiar la adaptación de los ejemplares o, en un sentido más amplio, para evaluar la viabilidad de las liberaciones ha de utilizarse un método que permita saber de forma eficaz si el animal ha sobrevivido un tiempo razonable tras la suelta.

Con el objeto de obtener información acerca de las aves liberadas tras su suelta, o lo que es lo mismo, para efectuar su seguimiento, existen varios sistemas (marcas visuales, anillas de colores…).

El radioseguimiento es el método ideal. Al animal liberado se le coloca un emisor. La labor consiste en seguir las señales de éste mediante un receptor. Este método proporciona una gran cantidad de información del individuo marcado tras su liberación y es la única opción posible para evaluar seriamente la eficacia de las liberaciones en aves nocturnas, puesto que es el único de los métodos que permite obtener información post-suelta en aves que no son localizables visualmente. La ventaja de este sistema estriba en el alto grado de monitorización que puede realizarse sobre el comportamiento del animal marcado.

Los emisores pueden ser de innumerables tipos y características (duración, peso, frecuencia…) siendo básicamente colocados en la cola o en la espalda del ave. El receptor nos permite recibir la señal procedente del emisor y localizar al ave.

Todas las aves liberadas portan una anilla metálica oficial, y sólo a una pequeña parte se les dota de radioemisor.

SI ENCUENTRAS UN AVE QUE PORTA UNA ANILLA, PONTE EN CONTACTO CON LA OFICINA DE ESPECIES MIGRATORIAS

(Ministerio de Medio Ambiente), Gran Vía de San Francisco, 5. 28005 Madrid

Email: oem@mma.es

Tfno. 91 596 49 84