2021 fue un año realmente duro
El que se suponía iba a ser un año de celebración debido al 35 aniversario de nuestra asociación, ha terminado siendo (desde muy al principio) un año de supervivencia que ha requerido grandes esfuerzos. La pandemia ha seguido marcando el paso en muchos momentos del año y otros imprevistos nos han puesto las cosas muy difíciles.
Filomena causó grandes estragos de los que aún no hemos conseguido recuperarnos. La famosa tormenta trajo varios metros de nieve, alguna baja entre nuestros pacientes, infraestructuras destruidas y el primer día sin que el centro de recuperación abriera sus puertas desde que abrió. Por suerte también trajo toneladas de solidaridad y cariño que nunca seremos capaces de devolver. A pesar de toda esta ayuda, la desgracia continúa hasta el último día del año y nos acompañará el siguiente, ya que a pesar de haber construido 2 naves de entrenamiento y un túnel de vuelo, seguimos luchando para poder construir unas instalaciones más sólidas y esperamos que los problemas administrativos que lo impiden, se solucionen lo antes posible. No perdemos la esperanza.
Esta demora en las obras ha supuesto un retraso en la recuperación de algunas de las rapaces nocturnas que hemos recuperado, poco a poco vamos liberando aquellas que ya están listas para vivir en libertad, pero siempre más lentamente de lo que nos gustaría.
Tenemos que lamentar varias pérdidas este año. Nos han dejado dos de nuestras irrecuperables que llevaban en Brinzal más de una década ayudándonos con los pollos huérfanos de sus especies, uno es Pablito el mochuelo (Athene noctua) y la otra es Pedernosa, la hembra de búho chico (Asio otus), nos da mucha pena su pérdida, pero su legado es enorme.
Pero no todos son malas noticias en este infame año, hemos concluido con éxito dos grandes proyectos como son el Proyecto Alba (Fase 3) y Misión Polinizadores, nuestra primera experiencia con estos maravillosos insectos y hemos participado en el diseño de Arco Verde, otro ambicioso proyecto que pretende potenciar el amor por la naturaleza en la comunidad de Madrid.
Queremos agradecer encarecidamente a todas las entidades que han puesto su granito de arena para hacer que Brinzal siga creciendo, administraciones, entidades bancarias, universidades, instituciones públicas y privadas, socios y socias, madrinas y padrinos y hacer una mención especial a nuestros búholuntarios y búholuntarias y nuestras alumnas y alumnos de prácticas que, sin su esfuerzo y dedicación, otro año más, no sería posible sacar tanto trabajo adelante. Que maravilla poder contar con gente así.
El año que entra promete ser un año muy intenso, más si cabe que el que dejamos atrás. Esperamos recuperar la plena actividad en el centro de recuperación y que funcione mejor que nunca. Además, comenzamos la aventura en el Centro de Naturaleza La Chanta, del que tenemos un acuerdo de custodia y que promete ser un lugar a tener en cuenta en los próximos años. También se nos presentan nuevos proyectos y otras sorpresas que os iremos contando a medida que vayamos concretando más detalles. Por todo ello 2022, aunque muy exigente, promete ser un gran año.
El equipo de Brinzal queremos desearos un muy feliz año nuevo en el que predomine la salud y en el que las noticias buenas entierren a las malas mucho más profundo de lo que la nieve enterró nuestro centro de recuperación hace casi un año.
¡Feliz 2022!