Es más propio de los mochuelos excavadores (Athene cunilaria), procedentes del continente americano, encontrarse bajo tierra, pero en este caso se trataba de un mochuelo europeo o mochuelo común (Athene noctua).
El pasado lunes 3 de Febrero las 6:00 am sonó el teléfono de urgencia de Brinzal y en pocas horas se puso en marcha la ambúholancia en dirección a la parada/estación de metro La Fortuna, en Leganés. El animal apareció exhausto sobre una de las lámparas junto a las máquinas expendedoras de billetes, lo que facilitó su captura.
Es frecuente que este tipo de ave se introduzca en naves industriales o paradas de metro y acabe desorientándose y no sea capaz de encontrar la salida, propinándose golpes. En muchos casos no resulta tan sencillo poder acceder al animal puesto que está nervioso y se coloca en lugares elevados. Para atraparlo, es necesaria la instalación de redes durante la noche o de utilizar trampas inocuas para el animal.
El mochuelo ya adulto, llegó al centro con un peso que apenas alcanzaba los 100 gramos y con claros signos de hipotermia y deshidratación. Una semana después come normalmente y tiene un peso de 122 gramos. Tras unas semanas de puesta a punto, no tendrá problemas en volver a la naturaleza, quien sabe si formando parte del programa de conservación del mochuelo “un mochuelo en cada olivo”.