El tiempo primaveral que ha reinado durante la mayor parte de la semana santa madrileña, ha tenido como consecuencia el ingreso en Brinzal de numerosos pollos de varias especies de rapaces nocturnas. En concreto se han recogido cinco pollos de cárabo (Strix aluco), uno de búho chico (Asio otus) y otro de búho real (Bubo bubo). Las crías de cárabo que presentaban un tamaño considerable, han sido dejados a cargo de Eire, la hembra irrecuperable de cárabo, que se encargará de protegerlos, alimentarlos y enseñarles cómo comportarse. Otros serán cuidados por Sosa y Gael, otra pareja de irrecuperables, en la instalación 16. En el caso del búho chico, una especie más delicada, ha pasado unos días en la enfermería asegurándose su óptima condición física y ha quedado a cargo de sus padres adoptivos Pedernosa y Extremeño en la instalación 20. Esta instalación es una de las más tranquilas de todo el centro. Los búhos chicos son animales muy nerviosos que requieren un espacio más tranquilo y aislado con respecto a otras especies. Pronto sus padres adoptivos empezarán a alimentarle para que crezca fuerte y sano. El caso más llamativo es el del pollo de búho real (Bubo bubo), fue encontrado cuando no era más que un huevo, y fue llevado a GREFA donde terminó su desarrollo y eclosionó. Una vez fuera del cascarón, fue cedido a Brinzal para ser criado a mano durante sus primeros días de vida. Después será el turno de Danubio y Volga, dos búhos irrecuperables que se encargarán de criarlo como si fuese propio. Estos dedicados padres han sacado adelante a más de 130 pollos de búho real en los últimos 23 años. Además de estos últimos ingresos, el programa de cría en cautividad de lechuza común (Tyto alba) sigue su curso. Son 17 lechuzas las nacidas hasta el momento, que requieren cuidados exhaustivos diarios. El pasado lunes 21 de Abril se cedieron las primeras lechuzas nacidas en cautividad a la Sociedad Valenciana de Ornitología para formar parte de un programa de suelta mediante hacking en la huerta valenciana y poder reforzar así las poblaciones de esta especie en declive. La primavera no ha hecho más que empezar y ya se observan las primeras señales. Nosotros estaremos atentos a cualquier huérfano que lo necesite, pero lo mejor es informarse. Si encuentras un pequeña rapaz nocturna en el suelo, no la cojas a no ser que esté evidentemente enferma o herida o se encuentre en un lugar peligroso. Habitualmente los pollos de las rapaces nocturnas salen prematuramente del nido y deambulan por los alrededores unos días antes de volar. Muchas veces son recogidos por personas bienintencionadas que creen que están abandonados o huérfanos. Ante la duda, o si piensas que el animal corre algún peligro en la zona en la que lo encontraste, contacta con nosotros llamando al 670 933 240. Tweet