Los ocho pollitos de lechuza común (Tyto alba) que han viajado hasta Valencia han sido criados en cautividad en Brinzal a partir de parejas irrecuperables. Los huevos han sido incubados artificialmente y los pollitos criados durante los primeros días, tras los cuales han sido dejados de nuevo al cuidado de los padres.
Con algo más de un mes de vida, han sido trasladados para formar parte del proyecto que la Sociedad Valenciana de Ornitología viene desarrollando desde hace años para reforzar las poblaciones de Lechuza Común en la Albufera de Valencia.
Los pollos se introducen en el cajón de hacking y allí crecen gracias a la comida que diariamente se les aporta. Con dos meses de vida, realizarán sus primeros vuelos y aproximadamente un mes más tarde se independizarán.
¡Ojalá les vaya muy bien!