Habéis sido miles las personas que os habéis acercado a Brinzal con un animal herido y casi todo el mundo opta por traer a los pacientes en cajas de cartón con agujeros hechos antes de meter al animal. Sin embargo hay gente que sigue trayendo a quienes quiere ayudar en jaulas de barrotes y nos gustaría contaros por qué no es recomendable hacerlo.
Muchas veces, cuando nos encontramos un animal silvestre herido, no caemos en la cuenta de eso mismo, de que es un animal que teme al ser humano y no está acostumbrado al manejo, por tanto hacerse selfies con él o acariciarlo le supone un enorme estrés, así como meterlo en una jaula con barrotes donde nos está viendo en todo momento y donde su miedo puede alcanzar niveles insospechados.
En el caso de las aves este miedo les lleva a intentar escapar, por lo que se golpean continuamente contra los barrotes de la jaula, destrozando su plumaje (fundamental para su desarrollo vital) y provocándose lesiones (traumatismos, miembros enganchados, amputaciones, etc).
En una caja de cartón, el animal no nos ve y al estar a oscuras, por lo general, está más tranquilo. Además evitamos golpes contra una superficie excesivamente dura. En ciertas especies la tranquilidad puede marcar la diferencia entre vivir o morir.
Por último, las cajas de cartón son reciclables e incluso tienen múltiples usos antes de acabar en el contenedor azul, en cambio las jaulas son de producción costosa y están hechos de materiales de difícil reciclaje, como el metal o el plástico.
Si encuentras un animal herido y tienes dudas sobre cómo actuar, no dudes en ponerte en contacto con Brinzal llamando al 914794565. No utilices las redes sociales para dar un aviso urgente porque no siempre disponemos del tiempo necesario para comprobar si tenemos nuevos mensajes.