Seguramente recordareis la historia de los dos búhos reales, padre e hijo, que llegaron al centro en Mayo (si no la recordais, bajad un poco en los posts y la encontrareis).  Felizmente el adulto, al que pusimos de nombre Carlitos, se recuperó completamente tras cuatro meses de convalecencia y fue devuelto a su territorio. En determinados casos como este, es especialmente importante liberarlos (siempre que sea posible) en la misma zona de la que proceden. Al conocerla perfectamente, ya que ha criado allí, aumentamos las posibilidades de que su vuelta a la naturaleza tenga éxito, pues ya tiene establecido su territorio, sus zonas de caza…y su pareja!

En este especial día contamos con la asistencia de quienes lo recogieron y nos ayudaron a rescatar ademas a uno de sus pollos (que aún permanece con nosotros): los agentes forestales. Aquí teneis unas fotos del emotivo momento, el búho voló sobre la zona y se posó decidido en una roca, como si nunca hubiera abandonado su casa.

Un nuevo final feliz:  ¡ojalá todos nuestros pacientes tuvieran tanta suerte!