El grosor de la cáscara de los huevos de lechuza ofrece una información muy interesante en cuanto a la condición física de los reproductores de lechuza común (Tyto alba). Desde hace décadas, Brinzal desarrolla un interesante programa de cría en cautividad. El objetivo es reforzar las mermadas poblaciones de esta enigmática especie. Por supuesto, cada año intentamos mejorar las técnicas para mejorar la producción y obtener individuos con mayores garantías de supervivencia en la naturaleza.

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Dentro del Proyecto Técnicas Innovadoras en Rehabilitación y Conservación de la Biodiversidad se encuentra el Estudio de la influencia de la edad, condición física y suplementación de la dieta en el fitness reproductor. Esta acción se encuentra dentro del objetivo 4 Aumentar el conocimiento sobre técnicas y protocolos de cría en cautividad de especies amenazadas.

 

¿Para qué medimos el grosor de la cáscara?

Este estudio pretende esclarecer la relación entre la edad y la condición física de las hembras reproductoras del programa de cría en cautividad con el grosor de la cáscara de los huevos y la tasa de eclosión de los mismos. Así mismo se testa el posible efecto que produce la suplementación en la dieta de los individuos integrantes del programa en el grosor de la cáscara. Se utilizarán los datos recabados en la temporada de cría 2023-2024 y los que podamos obtener de la temporada 2024-2025.

Podemos considerar que esta actividad posee un alto grado de innovación puesto que los estudios anteriores sobre la disminución del espesor de la cáscara se ha relacionado con la incidencia de tóxicos, no con la edad, ni se ha tratado de demostrar la utilidad de la suplementación de calcio/fósforo.

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Esta investigación ha sido financiada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, pero no expresa la opinión del mismo.

Imagen técnicas innovadoras en rehabilitación y conservación4