A lo largo de todo el año y especialmente durante los meses de verano, sois muchísimos los que os acercáis a Brinzal a traer animales heridos y pollos huérfanos de todas las especies. Desde aquí os queremos dar las gracias por vuestra colaboración. A pesar de la buena voluntad de todo el mundo, creemos que es importante puntualizar ciertos aspectos que año tras año nos preocupan:

En Brinzal amamos nuestra labor y no escatimamos cuidados hacia todo animal que lo necesite a pesar de la falta de tiempo o de recursos. Somos conscientes del esfuerzo y el interés de muchas personas que se encuentran un ave herida y tratan de sacarlo adelante. A pesar de ello hay que poner por delante el bienestar del animal a las ganas de cuidar un animal salvaje. Son muchas las especies que el hombre ha domesticado a lo largo de la historia, la mayoría son muy fáciles de conseguir, y son capaces de sobrevivir con unos cuidados muy básicos. En cambio los animales salvajes requieren unos cuidados muy específicos, por ello, tenemos que ser conscientes de que cuando encontramos un animal salvaje (aunque esté en el mismísimo Paseo de La Castellana de Madrid) lo más beneficioso para el animal es estar libre y sano.

Para esta tarea existen los centros de recuperación de fauna salvaje, que curan, rehabilitan y liberan a todos los que pueden de forma gratuita. Esto lo hacen posible porque conocen la problemática y las posibles soluciones. En el caso de las aves (y en general de cualquier animal salvaje), es importante actuar con rapidez y llevarlo cuanto antes a un centro, tanto si es un adulto herido como si es un pollo recién nacido que se ha caído del nido.

Las aves necesitan una hidratación adecuada (NO basta con darles agua directamente en la boca, y esto además puede causarles daños irreversibles), si no están correctamente hidratados, no podrán alimentarse, por lo que es contraproducente forzarles a comer. A menudo la comida que se les proporciona en casa no es la adecuada. Algunas comen grano, frutas y verduras, otras insectos, otras carne… (por ejemplo: no sirve de nada alimentar a base de pechuga de pollo a un búho chico puesto que es un alimento preparado para seres humanos y no contiene los componentes nutricionales que necesitan las rapaces. Otra advertencia, JAMÁS le deis a un ave pan con leche, NO SON MAMÍFEROS). Muchos pollos pasan por diferentes fases de alimentación y si se trastoca alguna de ellas, el animal puede sufrir las consecuencias en un futuro no muy lejano.

En el caso de los pollos, es de vital importancia la rapidez con la que se lleven ya que están en su etapa más delicada. Es ahora cuando tienen que modelar su comportamiento y reconocerse como especie, si no serán otro juguete roto, manso e inconsciente del peligro, que caerá en las garras de algún gato o de algún desalmado nada más ser liberado. En los centros de recuperación es más que probable que se crie con otros de su misma especie, que tenga que “competir” por el alimento, que interactúe… En definitiva, que se haga un ser capaz de sobrevivir y reproducirse.

Otro factor importante es la condición física del animal. En muchos casos llegan al centro animales que el donante ha tenido varios días en casa y presentan lesiones que si no se cogen a tiempo, son fatales. En los centros trabajan veterinarios especializados en animales salvajes capaces de atajar problemas muy particulares que ni siquiera en las clínicas para perros y gatos están acostumbrados a tratar.

Una vez curado o criado desde pequeño, es imprescindible ejercitar al animal (los vencejos, por ejemplo, pasan la vida en el aire, necesitan aprender su mecánica de vuelo a edades muy tempranas). En los centros de recuperación hay instalaciones preparadas para este tipo de entrenamiento.

En ocasiones no es posible curar al animal de sus lesiones y la mejor solución no es tenerle en una caja o una jaula hasta que muera, a veces hay que acabar humanitariamente con su sufrimiento, por duro y difícil que resulte tomar esta decisión. Mucha gente no lo entiende así y piensa que es una práctica cruel, pero si nos ponemos en el lugar del animal y de sus aspiraciones como individuo, le estamos salvando de una vida miserable.

Estos son algunos de los argumentos que nos llevan a pediros encarecidamente que si encontráis un animal salvaje, os pongáis en contacto cuanto antes con el centro más cercano o con las autoridades, estaréis aumentando las posibilidades de éxito en la recuperación del animal. ¡GRACIAS!