Nos encontramos en una época en la que la naturaleza nos da una tregua importante. Los ingresos son mínimos y es el momento de realizar otras importantes labores. Ahora pasamos, muchas horas sentados delante del ordenador, con temas administrativos, búsqueda de financiación y realización de informes sobre los proyectos que hemos desarrollado a lo largo del año. Pero también es el momento de comprobar que nuestros colaboradores más importantes están en perfecto estado.
En esta época debemos comprobar el estado físico de todas y cada una de las aves irrecuperables, imprescindibles para el buen funcionamiento del centro gracias a su labor de nodriza. Estas aves, con lesiones tan graves que no les permiten desenvolverse en la naturaleza, serán los padres adoptivos de las decenas de pollos huérfanos que llegan a Brinzal cada año. También son protagonistas de nuestro programa de cría en cautividad, que nos permite criar y liberar nuevos individuos para reforzar poblaciones sensibles.
Así los mochuelos (Athene noctua) como Currito, Pablito o Cola-Jet, las lechuzas (Tyto alba) como Kaleshi, Jon Snow o Supertyto, los búhos chicos (Asio otus) como Pedernosa o Extremeño, los cárabos (Strix aluco) como Gael o Kalio, la impresionante pareja de búhos reales (Bubo bubo) Damien y Montoya o la pandilla de autillos (otus scops) que ya se encuentran en una instalación cerrada con condiciones de temperatura y humedad que simulan las del África tropical, se encuentran en perfectas condiciones para afrontar el invierno y estar preparados para la primavera que siempre es exigente.
Estos animales tan especiales, requieren de unos cuidados mayores si cabe que los que pasan por aquí por un tiempo provisional. Necesitan una alimentación más controlada si cabe y varias revisiones al año, una antes y otra después de la época de cría. Además se les hace la manicura, ya que el desgaste de sus garras no es el mismo que en la naturaleza, e incluso un recorte en el pico.
Os recordamos que estos animales también se pueden apadrinar y amadrinar, no se pueden liberar, que es la parte más emocionante, pero si puedes venir a verlos una vez al año. Si quieres ayudar a alguna de nuestras irrecuperables puedes hacerlo haciendo click aquí. ¡Gracias!
Fotos: Patricia Allueva