Aunque inicialmente las rapaces nocturnas se consideraron cercanas a las diurnas (águilas, halcones…), estudios posteriores han demostrado una mayor similitud con los chotacabras y otras aves nocturnas (podargos, nictibios, egotelos, etc.).
Basándose en estudios de ADN, algunos autores han llegado a agrupar a éstas extrañas aves y a las rapaces nocturnas en el orden Strigiformes, aunque estudios posteriores aconsejaron mantener la tradicional separación entre estos.
Este orden se compone de las familias Strigidae y Tytonidae. Strigidae, como el búho real (Bubo bubo), presentan rostros más redondeados y grandes ojos frontales, con plumas variadas en color. En contraste, Tytonidae, como la lechuza común (Tyto alba), poseen rostros en forma de corazón con un disco facial más marcado. Además, sus cuerpos son más esbeltos. Estas adaptaciones reflejan su ecología y estilos de caza distintos, donde los Strigidae son más diversos en hábitats, mientras que los Tytonidae seleccionan áreas abiertas.
Las rapaces nocturnas son animales realmente fascinantes. De hecho han sido animales clave en numerosas culturas y aún hoy siguen teniendo una imagen muy poderosa en la cultura popular. Conoce algunos de sus mitos y leyendas.