Estos últimos días han empezado a llegar señales inequívocas de que el verano ha hecho su aparición y promete ser intenso. En Brinzal, la llegada del verano significa un aumento exponencial del trabajo, se disparan los ingresos de huérfanos, los accidentes de individuos adultos crecen debido a su aumento de actividad y se multiplican los rescates y las llamadas.
Puede parecer muy obvia la llegada de esta calurosa estación: aumentan las temperaturas, abren las piscinas y deja de llover, pero además hay otros indicadores, que en cualquier centro de recuperación nos dicen que ya no hay marcha atrás.
Durante la última semana el aumento de ingresos de volantones de urraca, paloma torcaz y gorrión, es la antesala a la llegada del verdadero tsunami. Primero los volantones de vencejo, que con el calor deciden aventurarse al vacío a pesar de no tener su plumaje listo para volar. Cada día decenas de personas concienciadas los acercan a Brinzal para que los saquemos adelante, no sin esfuerzo. Después llegan los volantones de autillo (Otus scops), pequeñas pelotas de plumón que con dos o tres semanas empiezan a explorar los alrededores de su nido bajo la atenta mirada de sus padres.
Muchas veces estos animales no necesitan nuestra ayuda, sus padres los cuidan. El problema es cuando aparecen en un lugar muy concurrido o por donde pasan muchos perros o hay muchos gatos, entonces es mejor recogerlos y acercarlos al centro de recuperación más cercano.
Si encuentras alguno de estos animales, procura no darles nada de comer o beber (recuerda que las aves pueden morir si beben leche), ningún animal se muere por no hacerlo durante unas horas. Mételo en una caja y ponlo en un lugar tranquilo. En caso de que la estancia en tu casa vaya a ser más larga, infórmate bien de cómo actuar. Internet para muchas cosas suele ser una buena fuente de información, pero en este caso suele no ser siempre la mejor. Ponte en contacto cuanto antes con el Centro de Recuperación más cercano y te diremos qué hacer.
¡Feliz verano!