La semana pasada empezó oficialmente la primavera según el calendario, y justo al día siguiente tuvimos la certeza de que habíamos cambiado de estación. Nos lo confirmó el ingreso del primer autillo (Otus scops) del año. Ya teníamos noticias de gente que los había escuchado en las noches madrileñas, pero ahora ya estamos seguros.

Este pequeño animal apareció metido en la chimenea de una barbacoa de jardín. El pobre animal venía delgado, algo deshidratado y por supuesto completamente negro por el hollín. Hay que tener en cuenta que esta pequeña rapaz acaba de llegar desde África, recorriendo miles de kilómetros para criar en nuestros bosques y parques.

Una vez recuperado del susto y rehidratado, el autillo está recuperando peso y musculatura y dentro de nada podrá ser liberado por algún/a padrino o madrina que aguardan pacientemente en la lista de espera. Esperamos que sea cuanto antes.