Con algo de retraso este año, llegó a Brinzal el primer pollo huérfano. Se trataba de un pequeño Búho Real, de menos de un mes de vida, que fue recogido en la provincia de Toledo y, como ocurre muchas veces, sin que le pasara nada. Simplemente lo encontraron unas personas dando sus primeros pasos fuera
¿Alguna vez imaginaste a una rapaz acudiendo a una clínica de fisioterapia o de acupuntura? ¿Y a un preparador físico tomándole tiempos mientras se entrena? ¿Y al consultorio de un psicoterapeuta para que le ponga algunos ejercicios? Exactamente igual que ocurre en los cuidados de la salud en humanos, podemos aprovechar los conocimientos de muchas
Seguimiento de un nido de lechuza común (Tyto alba) en la provincia de Soria el 26 de Septiembre de 2009. Se trata de una segunda puesta y monitorizamos las cebas durante toda una noche con la ayuda de una cámara dotada de sensor de movimiento.
El domingo 31 de mayo presentamos en El Escorial el proyecto “Búholviendo a la Naturaleza”. Asistió al acto Dña. Ana Leiva, Directora de la Fundación Biodiversidad, una de las entidades colaboradoras en el proyecto. Dos duendecillos nos explicaron el contenido del proyecto a través de un cuentacuentos que finalizó con la liberación de dos Cárabos
Como cada año, continuamos con nuestro proyecto de realización de hackings de pollos de Lechuza Común nacidos en Brinzal. Uno de ellos ha sido realizado en la Universidad de Alcalá de Henares en colaboración con el Grupo Ornitológico Alcedo. Gracias a una ayuda concedida al G.O. Alcedo por parte de la empresa Frost Ibérica SA
El día 31 de enero fuimos, en compañía de padrinos, amigos y colaboradores a liberar a unos cuantos de nuestros “pacientes”. Quizá el más especial de todos ellos fue el que podéis ver en la foto: una Lechuza Campestre rehabilitada tras un disparo en una de sus alas. Ahí vemos a Hugo, su padrino (además
Los pollos de las rapaces nocturnas salen prematuramente del nido y deambulan por los alrededores durante unos días antes de volar. En una comunidad densamente poblada como Madrid, anualmente se encuentran cientos de estos pollos y frecuentemente son recogidos por personas bienintencionadas que creen que están abandonados o huérfanos. Muchos son criados en casa igual