Una primavera atípica
A pesar del COVID 19, la vida continúa y la naturaleza incluso agradece el confinamiento del ser humano. La fauna campa a sus anchas, más despreocupada por la ausencia de personas, y la las plantas crecen y florecen alimentadas por las lluvias de los últimos días. En Brinzal seguimos trabajando con el mínimo personal posible.